Aroa llevó a Raúl hacia las cuadras del castillo. " Mira los caballos. Mira haber cual te gusta y cuando lo tengas me lo dices que lo vamos a soltar. Haber si tu le gustas también"
Raúl pasó un largo rato mirando detenidamente todos los caballos que se encontraban en la cuadra. Se detuvo al ver un caballo de color tan negro como el carbón. Era de estatura media más bien alta. Estaba en buena forma y tenía los ojos de color azul esmeralda. "Este" dijo.
Aroa soltó al caballo y dejó que este caminase hacia donde quisiese. El caballo se quedó mirando fijamente hacia Raúl. Este le tendió la mano y el caballo tras un momento pensando lo que hacer, se acercó al niño. Aroa quedó satisfecha. " Es tu caballo. Ahora debes ponerle nombre". "Carbón" dijo. " Se llamará Carbón".
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