El enano verde me condujo por los pasillos de aquel edificio hasta que se paró delante de una enorme puerta blanca. Tras decirme que esperase fuera entró en la habitación y cerró la puerta tras de si dejandome en el pasillo con los dos guardias que nos habían escoltado. A los pocos minutos de esperar,salió un hombre que tenía unas patas peludas y me mandó pasar. Cuando entré, pude ver que aquel hombre tenía cabeza de hombre y cuerpo de caballo. Al principio me sobresalté un poco, pero después de lo que llevaba visto en tan poco tiempo no me sorprenció ver aquel ser.
Caminé hasta el fondo del la habitación en la que me esperaba el enano verde y una mujer de unos veinte años. Esta me mandó sentarme en una silla que había junto a ella y mandó salir a todos los que se encontraban en la sala.
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